viernes, 18 de marzo de 2011

VISIÓN REHISPÁANICA

EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA
VISIÓN PREHISTÓRICA

Los resultados de las recientes investigaciones arqueológicas sobre los primeros pobladores de nuestro territorio, permiten establecer la presencia de artefactos y restos humanos desde hace aproximadamente 13 000 años.
Es posible que estos cazadores y recolectores, que usaban arcos, flechas, lanzas, propulsores y canastas, tuvieran cantos (de cacería, propiciatorios, encantatorios) y algunos objetos sonoros de hueso, madera, conchas de caracol terrestre o cáscaras de frutos y semillas secas.
Entre los objetos hallados en barlovento, Malambo y Momil (costa atlántica) se encuentran pitos cerámicos especialmente ornitomorfos, con las alas desplegadas y el canal de insuflación en la cola; igualmente, se encuentran pitos en forma de tortuga y de estos cuadrúpedos. Estos, en la mayoría de los casos, producen dos sonidos. También se hallaron sonajeros de cerámica con decoración incisa.
En otros lugares del norte de Colombia como Monsú se encontraron tubos de hueso, caparazones de tortuga, astas de venado y conchas de caracol, elementos que pueden haber sido usados como instrumentos sonoros. Como sugiere Gerardo Reichel, la presencia de figuras de arcilla en los hallazgos de este periodo puede referirse a usos rituales o chamanísticos, como en el caso de los emberaes y cunas actuales, quienes poseen un gran complejo de figuras rituales de madera para esos propósitos. Entre los pocos hallazgos de este periodo alusivos a objetos que probablemente hayan tenido uso sonoro ritual (como flautas o trompetas), se pueden contar dos tubos de hueso humano decorados con pintura roja y nacarada, localizados en Aguazuque (Cundinamarca).
En las culturas arqueológicas del sur de Nariño se hallan figuras de caras humanas cantando con el histrionismo característico de algunos cantos chamánicos, y en la tapa de una urna funeraria hallada en puerto Serviez (Santander) se observa una figura en la misma actitud, mientras que una mano sostiene una vasija con alguna bebida (posiblemente chicha, o alguna infusión psicotrópica similar al ambil o yagé). Dentro del arsenal instrumental encontrado en el territorio colombiano, vale la pena destacar una gran variedad de silbatos de barro ornitomorfos y biomorfos entre los que se destacan algunos con dos cavidades y con capacidad para producir hasta cuatro sonidos; también se encontraron láminas de piedra pulida, que probablemente pudieron usarse como objetos con producción sonora. Y así muchos otros elementos que caracterizaban sonidos fueron, son y serán hallados para nuevas develaciones en cuanto a la categoría de la música y su prehistoria e historia.