Los países latinoamericanos, que sobresalen por su nivel cultural-artístico, son: Méjico y Argentina; tanto que mantienen una disputa férrea por el liderazgo cultural ante el continente y el mundo. Ambos, se atribuyen tal primacía.
Hasta ahí solo el conflicto, por el liderazgo cultural latino; sin embargo, cuando observamos el movimiento cultural-artístico de m{ejico y Argentina, notamos un gran esfuerzo que, con inmensa pasión, realizan los mejicanos y argentinos para que su cultura musical trascienda las fronteras.
Las connotaciones se dejan ver en diferentes aspectos de la vida nacional, tanto de "manitos" como de "gauchos". Entre otras: la economía y el turismo.
Todo "mariachi", todo "gaucho", que resida fuera de su país, es un "embajador de la cultura de su patria". La música y el folclor de cada uno de estos dos países tienen su esquina en los diferentes países del mundo, haciendo cada vez más amplio el ideal cultural-artístico de estos dos países latinos en el contexto internacional.
Mientras que los colombianos, en su gran mayoría, mantenemos la costumbre de acreditar mejor al producto foráneo, estigmatizamos la producción nuestra.
Los jóvenes, cuando visitan las tiendas de ropa, lo primero que indagan es por la etiqueta de las prendas. La pregunta más común de los colombianos ente las adquisiciones : ¿es esta americana?
Les recuerdo que todos los que nacimos en el último continente colonizado, somos americanos. Desde Alaska hasta la zona más septentrional de Argentina.
William Ospina en su ensayo "La franja amarilla" recalca sobre el inconformismo y el anti patriotismo de nosotros los colombianos, al escribir que -los intelectuales de colombia desean ser franceses. Los ricos, prefieren se de Inglaterra. Los de la clase media anhelarían ser estadounidenses, y los más "arrancados" le juegan a Méjico. ¿Será que estamos mal hechos junto con todo lo que se produce aquí?
Y en cuanto a la música, todo lo de afuera es más apetecido, incluyendo los ritmos vulgares que invaden todo el entorno de la vida cotidiana. Y con los promotores musicales que, en contubernio con los dueños de los medios de información (radio, tv) se lucran de ese comercio, sepultando más y más la idiosincrasia de un pueblo al que no terminan de colonizar.
Pero la peor parte es la que corresponde a los gobernantes pusilánimes de la nación colombiana. Para ellos, la cultura importa menos que nada. Por eso es por lo que somos un país sin memoria, sin identidad, y lo peor, sin sentido de pertenencia.
Mientras Méjico y Argentina promocionan su cultura musical, al más alto nivel del mundo, aquí el gobierno nacional divulga por todos los medios, la vigencia de un conflicto que, día a día, cobra vidas de niños, mujeres, campesinos, aborígenes y personas inocentes.
Sin un proyecto de cultura con fundamentos serios, es imposible poner a Colombia en un sitial de honor, dentro del concierto artístico-cultural internacional.
Estamos convencidos que, por las nominaciones que anualmente reciben Juanes y Shakira, de los premios Grammy y otros, entonces la música de Colombia se ubica en lo más alto del folclor a nivel internacional. Pues no; ya que estos dos cantautores no reflejan con su música,la idiosincrasia de la nación colombiana. Ellos hacen música híbrida, como es la balada pop, que nada tiene que ver con los ritmos de Colombia (bambuco, pasillo, cumbia, currulao, etc.). Si bien es cierto que ellos son de Colombia, no promocionan, ni hacen, ni difunden el folclor nuestro.
Hay banda Sinfónicas y agrupaciones, que sí trabajan por nuestro folclor, como es el caso de la Banda Filarmónica de Bogotá, que recientemente lanzó disco de música colombiana.